La innovación de las empresas

La imagen que la prensa ha popularizado de las empresas innovadoras sugiere lugares lúdicos, profesionales creativos, equipos multidisciplinarios de trabajo, flexibilidad operativa, horario de trabajo flexible, etc. Tales características parecen ser comunes a Google, Twitter, Facebook y otras empresas del sector de tecnologías de información. Pero, cabe preguntar, ¿tales características son realmente propias o distintivas de las empresas innovadoras? La respuesta a esta pregunta es relevante para todas aquellas empresas que desean innovar de manera sistemática y consistente en el mediano y largo plazo.

Las características indicadas de una empresa innovadora son características visibles, observables o tangibles de algunas de las empresas innovadoras. No obstante, hay otras características que resultan esenciales o fundamentales para entender a cabalidad la innovación en tales empresas. Una característica clave, aunque menos visible, es el portafolio de proyectos de innovación. Tales portafolios son esenciales en estas empresas y son objeto de análisis y evaluación en los procesos formales de planeación estratégica.

Una segunda característica es el proceso definido para formular, evaluar y seleccionar proyectos de innovación: el  portafolio de proyectos es producto de un proceso burocrático estructurado y definido formalmente con el propósito de garantizar que los proyectos efectivamente respalden o apuntalen la estrategia competitiva de la empresa.

Estas dos características suponen una tercera: una cultura de innovación ampliamente compartida en todos los niveles de la empresa. Esto significa simplemente que todos los empleados pueden proponer o promover proyectos de innovación en el contexto del proceso definido.

Una visión amplia de la cadena de valor industrial también es característica fundamental de las empresas innovadoras. Tales empresas consideran que sus productos y servicios son parte de una cadena o una red de creación de valor que trasciende a la empresa misma.

La vinculación con universidades, asociaciones profesionales y científicas e instancias gubernamentales es otra característica clave: las empresas innovadoras invierten recursos para articular estratégicamente esta vinculación.

En las empresas catalogadas como innovadoras la innovación es un proceso como los procesos de producción, comercialización, etc. En otras palabras, la innovación es un proceso definido explícitamente, dirigido por gerentes especializados y evaluado en términos de eficacia y eficiencia.

Esta es, desde muchos puntos de vista, una muy buena noticia para empresas que quieren innovar de manera sostenida y sistemática: la innovación, como la exportación, la importación o la implantación de una nueva tecnología de producción, por ejemplo, es un proceso que puede ser diseñado de una forma tal que pueda ser implantado de forma exitosa, aún en aquellas empresas con una cultura que sobre valora la eficiencia operativa. La definición de los espacios de innovación, la formación y el funcionamiento de los equipos de trabajo son, desde este punto de vista, objeto de diseño estratégico.