En el mundo de los negocios, no existen reglas que dicten cómo ser un buen emprendedor.
Una mala planeación, sin aceptar la asesoría de alguien que conozca sobre el manejo adecuado de un negocio, pueden llevar al emprendedor a cometer uno, o más pecados capitales.
Los pecados capitales no afectan solamente a los negocios, también la credibilidad de los emprendedores, esto según Humberto Vergara, cocreador de Money Kids, un sistema de desarrollo de inteligencia financiera en los niños.
1.- Soberbia. Creer que no tienes la necesidad de que te asesoren para manejar tu negocio.
Penitencia. Los emprendedores deben estar dispuesto a reconocer que no lo saben todo. Deben de tener apertura para aprender cosas nuevas.
2.- Avaricia. Algunos emprendedores malgastan el dinero de su empresa y descuidan el árbol que les da los frutos, es decir hay muchos emprendedores ricos con empresas pobres.
Penitencia. Cuida tu negocio y las personas que ayudan a que se leve a cabo.
3.- Envidia. Creer que no tienes competencia, y que la idea de tu negocio es la mejor. Pero si no tienes competencia significa que aún no pasas la prueba de ácido del emprendimiento.
Penitencia. Reconoce cuando alguien lo ha hecho mejor que tú, esto te ayudará a fortalecer y ver tus áreas de oportunidades.
4.- Ira. En muchas ocasiones el estrés de que no salgan las cosas como se planea puede impactar en tu vida personal y en el desempeño de tu trabajo.
Penitencia. Los emprendedores deben mantener la calma.
5.- Lujuria. La pasión para emprender puede ir más allá de establecerse metas que en muchas ocasiones no son realistas.
Penitencia. Valora tus logros, aprende a disfrutar lo que tienes.
6.- Gula. Siempre hay que arriesgar, algunos emprendedores caen en la tentación de enfocar todos sus esfuerzos en una idea y no diversifican.
Penitencia. No comas de una sola cosa, encuentra un equilibro y poner los activos en otro tipo de negocios que te permitan tener un beneficio.
7.- Pereza. Sal y busca la oportunidad de construir un buen negocio. se persistente en alcanzar el éxito.
Penitencia. Los buenos negocios no se hacen de la noche a la mañana esto requiere disciplina, dedicación y tiempo.