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En México, la esperanza de vida de una pyme, pequeña y mediana empresa, es de tan sólo 7.8 años, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) recogidos durante los censos económicos entre 1989 y 2014.
Y es que es común que en determinado momento las pequeñas y medianas empresas se enfrente a retos difíciles en el mercado, como la constante competencia con otras compañías o marcas que quizá ya son reconocidas y están consolidadas financieramente.
Lo anterior aunado a la innovación de la tecnología y la necesidad de pasar a planos digitales para mantenerse vigentes.
Dichas dificultades se pueden afrontar con ayuda de créditos pyme, beneficiando el crecimiento de cada uno de los negocios.
Sin embargo, datos oficiales arrojan que sólo el 45% de las pequeñas y medianas empresas usan un crédito pyme para hacer crecer su negocio.
Julio Santaella Castell, presidente de la Junta de Gobierno del INEGI, señala que la falta de financiamiento es uno de los principales motivos de mortandad de las pymes en nuestro país, según información de la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Enaproce) 2015.
Pese a que existen diversas opciones para obtener un financiamiento, el estudio señala que hay pequeñas y medianas empresas que no solicitan uno por desconfianza, porque cree que es muy caro, porque no cree necesitarlo, o bien, porque no encuentran una opción que les brinde un financiamiento rápido, con pocas condiciones y tasa de interés accesible.
Por otro lado, hay algunos negocios que obtienen una negativa al pedir su crédito pyme por no cumplir con algunos requisitos solicitados por los bancos.
Ante este difícil escenario, una Sofom se convierte en una gran alternativa para obtener un crédito pyme que impulse cualquier negocio.
Pero, ¿qué es una Sofom?
De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple, Sofom, son entidades anónimas que otorgan créditos, arrendamiento y factoraje, sin necesidad de recurrir a un banco.
Están registradas ante la Comisión Nacional para la Protección de Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), para supervisar que cumplan con la ley y evitar que haya víctimas de delito o fraude.
Dichas figuras surgen en 2006, con diversas reformas, derogaciones y adiciones a diversas leyes, entre ellas la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de crédito, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 18 de julio.
Algunos de los motivos que originaron su creación están el promover la actividad crediticia, promover la competencia, disminuir costos de transacción y tasas de interés, y dar un tratamiento a la supervisión por parte de las autoridades financieras en el país.
En 2008, durante la crisis económica mundial, las Sofomes ayudaron a reactivar los créditos, beneficiaron a los inversionistas y brindaron una mayor oferta de servicios financieros para impulsar la economía de México.
Desde entonces se han convertido en una opción de confianza para brindar apoyo a pymes con créditos que ayudan a mantener una liquidez sana y mitigan el impacto de la desaceleración económica.
Incluso, según información de Banxico, 6 de cada 10 empresas en México obtuvieron su primera línea de crédito por una Sofom.
Con ello, ha sido más fácil que consigan un crédito bancario en un futuro, al tomarlo como un precedente positivo en el historial crediticio.
Clasificación de las Sofomes
Existen dos tipos de Sofomes:no reguladas y reguladas.
Ambas clasificaciones están legislados por organismos como la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito (LGOAAC), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Sin embargo, cuentan con algunas diferencias que mencionamos a continuación.
Sofomes no reguladas
Son aquellas que no tienen relación patrimonial con ninguna entidad financiera o sociedad controladora de grupos financieros de los que son parte instituciones de crédito y no cuentan instrumentos de deuda en el Registro Nacional de Valores.
Aunque no tienen ninguna obligación con las leyes antes mencionadas, cuando no hay necesidad de fondos, estas Sofomes tienen un acercamiento con la banca de desarrollo y buscan satisfacer indirectamente las regulaciones y obtener líneas de crédito directas.
Dichas sociedades deben añadir a su denominación social la expresión “sociedad financiera de objeto múltiple” o “Sofom”, seguido de las palabras “Entidad No Regulada” o su abreviatura “E.N.R.”.
Sofomes reguladas
Por su parte, las Sofomes reguladas están vinculadas con instituciones de crédito, sociedades financieras populares, sociedades financieras comunitarias (niveles de operación I a IV), sociedades cooperativas de ahorro y préstamo (niveles de operación I a IV) o uniones de crédito.
Incluyen aquellas que para poder operar y acumular fondos, emiten valores de deuda inscritos en el Registro Nacional de Valores conforme a la Ley de Mercado de Valores.
Las Sofomes reguladas deben acatar las decisiones de la Ley de Instituciones de Crédito, así como ser supervisadas por la CNBV.
Estas figuras, deberán agregar a su denominación social ya sea la expresión “sociedad financiera de objeto múltiple” o “Sofom”, seguido por “Entidad Regulada” o la abreviatura “E.R.”.
¿Cómo benefician las Sofomes a mi pyme?
Las Sofomes son una gran oportunidad para las pymes que buscan un financiamiento.
Además te ofrecen ventajas como:
1- No se limitan a un sector específico al momento de otorgar un crédito, como un banco.
2- Su trámite es mucho más sencillo y requiere de pocos requisitos en comparación con los solicitados por una institución bancaria.
Por ejemplo, en Financiera Trínitas puedes solicitar tu crédito de forma fácil. Lo primero que debes hacer es escoger el crédito pyme que deseas.
Trínitas te ofrece créditos desde 50 mil pesos y hasta de 5 millones de pesos.
Después necesitas tener un comprobante de ingresos para presentarlo y por último debes de contar con una garantía prendaria o hipotecaria para respaldar tu crédito.
3- Tienen tiempos de respuesta más rápida, a diferencia de los bancos.
4- Brindan atención personalizada. En Trínitas, cada uno de los asesores busca el cómo sí otorgar un crédito pyme para que tu empresa se impulse, sin importar tu situación en el Buró de crédito.
5- Los plazos de pago se ajustan a lo que requiere el cliente. En Financiera Trínitas, podrás encontrar créditos pyme en plazos desde 6 hasta 48 meses.
6- Son supervisadas. Sin importar si son reguladas o no reguladas, las Sofomes están supervisadas por la Condusef para tu mayor tranquilidad.
Como ves, las Sofomes son grandes aliadas para darle a tu negocio el impulso que necesita.
No formes parte de la estadística de las pymes que dejan de existir a los pocos años de crearse, por no obtener un financiamiento.
En Trínitas tu empresa es lo más importante. ¡Déjanos ayudarte a crecer!