10 errores que te impiden alcanzar tus objetivos personales

Contenido

La razón por la que muchas veces no logramos nuestros objetivos personales no es porque no tengamos suficiente fuerza y determinación para alcanzarlos.

 

Hay otros motivos – que en realidad son pequeños errores que cometemos – que nos lo impiden, y que son más sencillos de atajar de lo que pensamos.

 

A lo largo de mi vida he cometido muchos de estos fallos, y por eso no he alcanzado las metas personales que me propuse en ese momento. Pero hay algo más: me he dado cuenta que TODOS (o al menos, la mayoría de nosotros) caemos en esos mismos errores.

 

Por eso he querido reunirlos todos aquí para que tú veas si sueles cometer alguno de ellos cuando quieres alcanzar tus objetivos personales, y cómo puedes solucionarlo para llegar a tu meta como un auténtico triunfador.

1. Creas objetivos poco específicos

Cuando no sabes a dónde vas, es muy difícil llegar hasta la meta. Es como si tomas tu auto, te echas a la carretera, pero no sabes cuál es tu destino. Este precisamente es el primer error que debes evitar; muchas personas están destinadas a fracasar incluso antes de comenzar si sus objetivos no son claros.

 

“Quiero crear un negocio” suena muy bien, pero la gente que se propone algo tan poco concreto nunca llegará a conseguirlo. Y no es porque no se sientan motivados para hacerlo, sino porque la meta es demasiado general.

 

¿Quieres crear un negocio online o uno físico? ¿Y qué quieres poner: un salón de belleza, una tienda de celulares… el qué?

 

Solución: Fija objetivos inteligentes siendo ESPECÍFICO, asegurándote que puedes medirlos de alguna forma (con pasos, con plazos de tiempo, etc.), y sobre todo que sean realistas y puedas lograrlos.

 

A mí me encantaría viajar a la Luna pero tú y yo sabemos que eso es muy poco real, y las probabilidades de que pase son muy bajas. Y por último: establece una fecha límite para empezar a conseguir esa meta. De esa forma no tendrás excusas y te obligarás a cumplir con ese plazo.

2. No sabes en qué momento te encuentras

Es difícil saber cómo llegar a un sitio si no sabes exactamente en la parte del camino que te encuentras, ni tienes una forma de medir cómo vas a ir hasta el final. Por eso debes hacer que tus objetivos personales sean medibles de algún modo.

 

Solución: hazte preguntas como “¿qué debo hacer para conseguir X?“, “¿qué pasos debo dar?“, “¿qué necesito saber?”…

 

De este modo siempre sabrás la ruta exacta que debes seguir para llegar hasta el final.

3. No tienes un propósito más grande

Los objetivos personales pueden ser de cualquier tipo; pero si no tienes un propósito más grande, es fácil rendirte una vez que la motivación y la emoción inicial se pasan. Pongamos de nuevo el ejemplo de querer arrancar un negocio. Quieres hacerlo para ganar dinero: eso está muy bien, pero no es suficiente.

 

¿Para qué quieres ese dinero? ¿Para poder darle a tu familia una vida mejor, pasar una buenas vacaciones, poder vivir experiencias nuevas?Entender por
qué quieres realmente alcanzar tu objetivo
es lo que te permitirá perseverar incluso cuando las cosas se pongan feas.

 

Solución: cuando te propongas una meta, pregúntate a ti mismo qué significado tiene para ti y busca en tu interior la verdadera razón para conseguirla, y por qué es importante para tu vida.

4. Aplazas la fecha para dar el primer paso

Incluso si te fijas una meta concreta, con un propósito específico y con significado para ti, si no empiezas a dar el primer paso, nunca conseguirás alcanzarla. En estas situaciones hay una frase muy peligrosa: “lo haré más tarde“.

 

Esto se llama procrastinar, que significa aplazar tareas importantes que debemos hacer o bien porque en el fondo nos dan miedo, por pereza, o por nuestra propia inseguridad.

 

Solución: la mejor forma de atajar este problema es poniendo en práctica los 5 consejos de nuestro artículo ¿Retrasas siempre tus tareas? Cómo vencer tu procrastinación.

5. No te haces responsable

Por muy bien planeado que tengas lo que deseas conseguir, siempre habrá alguna piedra en el camino que te lo ponga un poco difícil. Las cosas en la vida a veces van mal, eso es un hecho. Y cuando algo no sale bien, ¿qué haces? Culpas a otros y otras cosas.

 

Le echas la culpa a tu jefe porque te hizo laborar hasta tarde y por eso no has terminado el libro que quieres escribir; culpas al tiempo porque ha estado
lloviendo y no pudiste ir al gimnasio para perder peso.

 

Entonces piensas que si no es tu culpa, no puedes hacer nada y tienes que aceptar tu rendición, ¿verdad? TE EQUIVOCAS.

 

Solución: hazte responsable de los errores que cometas, y no te rindas ante cualquier pequeño obstáculo.

 

Cuando te responsabilizas, tomarás el control de la situación y te darás cuenta de que tienes la capacidad suficiente para buscar otros caminos y tomar otras alternativas para solucionar el problema.

6. Escuchas a la gente que intenta hundirte

Cuando vas a por tus objetivos personales, especialmente los más grandes y los que más deseas, es inevitable que haya gente que intente hundirte o desanimarte.
Algunos lo hacen por pura envidia; otros porque su vida es tan pobre que lo único que les llena es hacer daño a otras personas. Pero siempre habrá alguien
que trate de que no llegues a tu destino.

 

¿Cuántas cosas has abandonado porque otros te han dicho que eso no valía la pena o que no podías lograrlo?

 

Pero piensa en esto: ¿qué carajos te importa a ti la opinión de los demás? ¿Acaso ellos van a vivir con la decisión que tú tomes? ¡NO! Es tu vida, y tú puedes hacer con ella lo que te dé la real gana.

 

Solución: esta es muy fácil. Siempre que sepas cuál es tu verdadero propósito para alcanzar tu meta, lo que los demás digan no importa. Aléjate de ellos, no les hagas caso.

 

Puedes tomar sus opiniones en consideración, pero eres tú quien tiene la última palabra.

7. Empiezas demasiados proyectos

A mí también me encanta comenzar cosas. La emoción y la adrenalina que se siente al arrancar algo nuevo es algo maravilloso. Pero cuando comienzas demasiados proyectos a la vez, lo más probable es que no consigas terminar ninguno de ellos.

 

Quizás tu idea es empezar un negocio online, y otro físico, y a la vez comenzar a salir a correr para ponerte en forma, cuidar de tus hijos, y aprender un nuevo idioma. Pero seamos sinceros: el día sólo tiene 24 horas, y es imposible iniciar todos esos proyectos sin que te vuelvas loco o te falten horas de sueño.

 

Solución: debes entender que tienes una cantidad de tiempo limitada y que ni tú nadie puede hacerlo todo.

 

Date cuenta que si empiezas muchas cosas a la vez, pero no acabas ninguna, en realidad estás malgastando tu tiempo sin conseguir nada. Es mejor arrancar con una actividad, y una vez finalizada, comenzar la siguiente.

8. Eres negativo

Si antes de dar el primer paso ya estás pensando que no lo vas a conseguir, entonces nunca lo conseguirás. Si no crees que vas a alcanzar tu meta, si fracasas será lo que esperabas, y también lo que te impedirá que lo sigas intentando.

 

La mente es la herramienta más poderosa que tenemos para lograr cualquier cosa; pero también puede ser nuestro peor enemigo si no la controlamos. Cuando eres positivo y aparece un obstáculo, lo que haces es concentrar tu energía en encontrar soluciones porque realmente crees y tienes fe en que existen.

 

Solución: debes entender que la idea del optimismo y el pesimismo son tan sólo expectativas que nos hacemos del futuro. Ambas tienen las mismas posibilidades de ocurrir, pero el optimismo te llevará a ser más feliz y tener una vida más plena.

 

En vez de malgastar tus energías en quejarte, gástalas en aprender y disfrutar de los pequeños detalles.

9. Te rodeas de gente que no consigue sus objetivos personales

Dime con quién andas y te diré quién eres. Quizás te resulte difícil de asimilar, y siempre hay excepciones que confirman la regla. Pero en la mayor parte de los casos solemos actuar dependiendo de la gente que esté a nuestro alrededor.

 

 

Esto proviene del deseo natural que tenemos de pertenecer y ser aceptados dentro de un grupo social (recuerda todas las tonterías que hiciste en la escuela porque tus amigos también las hacían).

 

Solución: tan simple como juntarte con personas que sí consiguen sus objetivos personales, que tienen una actitud positiva y te apoyan en tus proyectos, y que están dispuestos a ayudarte en todo lo posible.

 

Y alejándote de esas relaciones tóxicas que no te aportan nada a tu vida.

10. ¡Ves demasiada televisión!

Acaso esto te suene a chiste, pero cada vez me doy más cuenta de que el entretenimiento de hoy en día – la televisión, los celulares, las redes sociales – está arruinando más las personas que somos.

 

Preferimos hablar con nuestros amigos por un chat en vez de quedar con ellos cara a cara para tomar un café. Estamos siempre atentos de salir bien en las fotos que subimos a Instagram porque la apariencia es lo único que importa. Vemos cada día más televisión, y eso nos quita horas de productividad, de interactuar con otros, de probar nuevas experiencias, de vivir la vida…

 

Solución: apaga tu televisión. Reduce el tiempo que la ves a tan sólo 1 hora por día. Desconecta de tu smartphone y de las redes sociales y no mires si alguien ha subido una nueva foto cada 5 minutos.

 

Ve a tu biblioteca o compra un libro que te ayude a conseguir tu meta, y léelo.

 

¿Qué razones crees tú que te impiden alcanzar tus objetivos personales?

 

FUENTE: GANANCI.COM