De acuerdo con el sitio Globoforce, 78% de las personas que trabajan entre 30-50 horas por semana, pasan más tiempo con sus compañeros que con sus familias. Por esto mismo es importante mantener un buen ambiente de trabajo.
Aquí te presentamos los 9 hábitos que pueden propiciar a un declive en tu ambiente de trabajo (y sí, cómo evitarlos también).
1. Chismear
Los chismes de pasillo no solo destruyen relaciones sino que también pueden destruir reputaciones. Este tipo de rumores pueden convertir un lugar de trabajo en un campo de guerra. Un equipo de trabajo requiere confianza y sin esta, se pierde el compañerismo.
2. Desconfianza
Todos hemos trabajado con esta persona que siempre va tarde, no puede acudir a una junta por una emergencia o simplemente no respeta fechas de entrega y tiempos. Es difícil tener confianza hacia esta persona y eso provoca el no querer delegar pendientes y tener mayores cargas de trabajo.
3. Postergar
Muchas personas hacen su mejor trabajo cuando la fecha de entrega está en el último minuto. Aunque esto puede ser efectivo para algunas personas en un proyecto individual, no es una buena práctica y mucho menos justa para un equipo que requiere re ajustar sus tiempos por una persona.
4. Bullying
Mucho se habla del bullying en las escuelas, pero poco del que puede ocurrir en las empresas. Lamentablemente, hay personas que no dejan de ser bullies y provocan un ambiente laboral poco propicio para sus compañeros de trabajo.
5. Mentir
Todos hemos dicho una mentira blanca aveces. Puede ser desde llamar para reportarnos enfermos para poder salir de la rutina o sobre las herramientas que realmente podemos utilizar y las que no conocemos su funcionamiento.
Pero los mentirosos patológicos, pueden convertirse en un problema serio. Pueden acabar con su integridad y hace difícil a otros el poder confiar en ellos, sobre todo si son encargados de áreas o administración.
6. Decir una cosa y hacer otra
La falta de congruencia en un ambiente laboral puede crear desconfianza. Cuando un compañero se compromete en entregar ciertas cosas que al final no hace. Entregar un proyecto en el cuál tu parte ya está hecha y la de otra persona está lejos de finalizar, no sólo los afecta como empresa, sino en un nivel de estrés por no poder cumplir expectativas que ya se habían trazado.
7. No dar crédito a quien lo merece
Es simple. Robar el crédito de un proyecto en equipo puede generar descontento de tus colegas y propiciar a desconfianza y resentimiento. Un buen líder da su lugar a su equipo, un buen jefe quiere los reflectores para él solo.
8. Adictos al social media que no responden correos
¿Cuánto tiempo gastas en redes sociales? Dar prioridad a responder correos y terminar proyectos da el derecho de gastar tiempo en redes sociales… a menos que hayas encontrado este artículo en redes sociales… ¡touché!
9. No ser un jugador de equipo
Claro que hay ocasiones donde trabajar por tu cuenta puede beneficiarte. Completar un reporte antes de la fecha de entrega es un buen ejemplo. Sin embargo, no esperes ser exitoso por tu cuenta e ignorar a tu equipo. De hecho, apoyarte con tu equipo es una de las cosas que pueden impulsar tu trabajo y lograr tus objetivos más rápido y de forma más eficaz.
Ser un buen jugador de equipo construye confianza, motiva a tu equipo para apoyarte y trabajar juntos.