Se estima que el 95 por ciento de las PyME mueren antes de los cinco años de vida y el 80 por ciento desaparece en su segundo año, entre los principales errores que enfrentan está relacionado con la falta de prácticas empresariales, por ello, René Martín Torres Fregoso, director general de CONTPAQi, especializada en el desarrollo de software empresarial, compartió seis estrategias para los emprendedores o para aquellas pequeñas y medianas empresas que buscan su consolidación.
1. Formar un Consejo de Administración. No importa el tamaño de la empresa, micro o pequeña, consiste en contar con un grupo de profesionistas expertos y de perfiles heterogéneos con el objetivo de crear disciplina para “dar cuentas a otros”. El propósito es rendir cuentas claras y tener una jerarquía en la empresa que permita establecer obligaciones, compromisos y responsabilidades.
2.- Tener un grupo de accionistas unido. “He conocido empresas muy buenas que han fracasado porque el grupo de accionistas se disgustaron”. Tener un grupo de personas unidas bajo un mismo ideal es fundamental, y si los accionistas comparten un mismo ideal asegura el rumbo y la forma de llegar a la meta.
3. Establecer presupuestos anuales. Cada año realice la planeación de un presupuesto de ingresos y de egresos, lo cual les permitirá tener la “brújula” para fijar y cumplir metas. Un presupuesto de egresos e ingresos se convierten en metas y dan una guía sobre la dirección de la empresa
4. Desarrollar un equipo de Dirección. Es un factor clave, como empresarios tenemos limitantes, en talento, tiempo y esfuerzo, por ello es importante tener un grupo sólido de personal que trabaje a su lado. Este esfuerzo permitirá dividir trabajo y confiar en que su equipo toma las decisiones correctas mientras está ausente. “
5. Informar el desempeño de la empresa. Ya sea mediante juntas trimestrales en las que se presenten los proyectos y estados financieros, o el envío de un boletín informativo a todos los colaboradores, o que se organicen actividades para festejar los logros. Entre los beneficios de esta práctica destaca el compromiso de los colaboradores porque conocen el resultado y rumbo de la empresa, se crea empatía porque comprenden para qué y por qué se toman ciertas decisiones, además fortalece el liderazgo y el trabajo en equipo, al tener una visión clara para la cual pueden proponer y dar su opinión.
6. Ser un buen lugar para trabajar. No se trata de una frase bonita, ni de un premio anual. Se trata por ver el bienestar de todas las personas. La palabra “compañía” hace referencia al verbo acompañar, es decir, estar con una persona o ir junto con ella.