El trabajo: de una obligación a una pasión

El trabajo es nuestra principal fuente de ingreso y seguramente la actividad a la que más invertimos tiempo.

El trabajo es nuestra principal fuente de ingreso y seguramente la actividad a la que más invertimos tiempo. Si bien puede ser visto como una situación que nos da sustento para nuestras vidas y la de nuestras familias, es importante que éste vaya más allá de una obligación y represente a su vez una pasión y gran satisfacción personal. Cuando esto sucede, nuestro desempeño laboral es más creativo, productivo y eficiente.

Es por ello que los patrones y los directivos deben de implementar estrategias que además de promover una buena calidad de vida para los colaboradores, los mantengan altamente motivados y competitivos; lo cual ayuda a establecer un desarrollo organizacional integral en las empresas.

Lo ideal es que las horas que vivamos en la empresa sean virtuosas, no monótonas y desalentadoras. Para eso las organizaciones deben de implementar planes de carrera para sus colaboradores, actividades, cursos, certificaciones, capacitaciones y todo aquello que fomente el talento y bienestar del recurso más valioso con el que puede contar cualquier empresa: el talento humano.

El empresario que invierte en sus colaboradores es el que tendrá a los clientes, socios y proveedores más felices y estables. Así como las organizaciones dedican tiempo y dinero a conquistar compradores y conservarlos fieles a la marca, de igual manera es importante que hagan lo mismo con su equipo laboral.

Mantener a un colaborador motivado y apasionado por su trabajo debe ser uno de los objetivos principales de cualquier organización, sin importar su giro, sea ésta una dependencia gubernamental, una empresa paraestatal, una universidad, una compañía privada o una asociación civil sin fines de lucro

FUENTE: PLAYERS OF LIFE / Luis Ignacio Castillo Álvarez, Vicepresidente de Responsabilidad Social Empresarial