Iniciar un negocio requiere de mucho valor, decisión, disciplina pero sobre todo de mucha pasión; esos valores son los que nos ayudan a sobrellevar las dificultades diarias de la operación del negocio, eso sin contar que tengamos un producto que satisfaga una necesidad del mercado, el capital necesario para las operaciones y el personal que haga frente a cada una de las tareas y actividades de la empresa.
No podemos dejar de lado los temas relacionados con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (El “temido” SAT), las obligaciones ante el IMSS y el Infonavit que en suma representan una cantidad de preocupaciones que un empresario adquiere al momento de decidir iniciar un negocio.
Dentro de toda esta lista de valores, responsabilidades y recursos que se ocupan para operar un negocio existen muchas prácticas que los nuevos empresarios deciden implementar producto de malas recomendaciones, algunas de ellas son:
- No dar de alta al personal en el IMSS.
- Dar de alta al personal en el IMSS con un menor salario.
- No firmar contratos con el personal.
- No dar de alta a la empresa ante el SAT.
- No entregar facturas a los clientes.
- No ingresar la totalidad de los ingresos en una cuenta bancaria.
Particularmente nos referiremos a ésta última, siendo una práctica muy recurrente. Existe la creencia que al no depositar la totalidad de los ingresos a una cuenta bancaria se logrará pagar menos impuestos, permitirá que el SAT no vea el tamaño real de mi operación, mantendrá mi negocio con un perfil más bajo, entre otras cosas.
Sin embargo, antes de ayudar al negocio se le está haciendo un daño que se verá reflejado en un futuro, cuando las operaciones vayan siendo más formales y el negocio vaya creciendo y exista la necesidad de solicitar un crédito.
El otorgamiento de una línea de crédito (como nuestro Crédito PYME), depende en gran medida en identificar la capacidad de generar flujo de la empresa y esto está relacionado directamente con los ingresos comprobables que pueda presentar el solicitante del crédito, ingresos que solo se podrán comprobar a través de la presentación de los estados de cuenta bancarios, por lo que, si los ingresos comprobables son bajos seguramente la línea de crédito no corresponderá a la operación real del negocio.
Un negocio debe operar siguiendo las mejores prácticas empresariales y apegadas a la ley, los beneficios podrían no verse de forma inmediata pero sí cuando realmente la operación del negocio lo requiera.
En Financiera Trínitas apoyamos a los empresarios ofreciéndoles información que les permita acceder a créditos que estén acorde a su operación real, permitiendo obtener recursos que los hagan crecer sus negocios.
